Querido Ignácio,
¿Crees en amor a la primera mirada? Bueno, yo siempre fue una soñadora, una típica romántica soñadora. Soy una persona que lee un libro deseando que un día la historia acontezca conmigo. Escucho músicas pensando que las melodías podrían hacer parte de la banda sonora de mi historia de amor. Escribo con la esperanza de proyectar un poquito de mí en alguna protagonista. Quién sabe, un día, yo sea personaje principal de mi propia historia. Y, de repente, tu apareciste. El muchacho chileno tan guapo de ojos azules. Y, sí, luego me di cuenta de que tu eres mi príncipe que me ayudará a escribir mi propio cuento de hadas. Lloré anoche por saber que no nos veremos más, que fue solo una ilusión mía. Pero yo necesitaba decirte todo eso que provocó en mí, por más que parezca insensato. Además, insensatez es algo típico de la pasión, ¿no? Lo creo. ¡Socorro! ¿Qué hiciste conmigo? Estoy enamorada. Robaste mi corazón brasileño y dejaste mi cielo aún más azul.
Con cariño, menina Betina Pilch.
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